El papel de las familias en la protección de los soldados
Hiromi Ichikawa
Abstract
The protection of the family and the nation has always been the key discourse used to motivate people to go to war. However, this logic has been questioned and more families have been concerned with a possibility that their relatives may become war victims, in particular, as it is happened in the case with the wars in Vietnam and Iraq. Hence, the previous idea of the soldier as a hero that protects his family has being loosing the ground. There are families, which decided to join the efforts in order to protect the soldiers from the military decisions made by the State. This paper explores the initial positions that families had regarding the traditional heroic discourse and the reasons behind the current criticisms and opposition to the official rhetoric.
Introducción
Toda política de seguridad requiere no sólo gente que tome la decisión de dirigir una misión, sino también gente que, al final, lleve a cabo las misiones. Por lo general esas personas son los soldados y están calculados como parte del costo de la "tasa de desgaste" de toda misión militar. En todas las acciones militares se consumen vidas, puesto que un cierto número de soldados quedarán desgastados o morirán cumpliendo con su deber. El riesgo de que el soldado quede desgastado es compensado por la creencia de que se convertirá en un héroe. Los soldados matan al enemigo y causan estragos a la gente en torno al campo de batalla, pero al mismo tiempo los soldados se exponen al temor de verse heridos o incluso dados de baja. Los soldados privan a las personas de sus vidas pero también pueden verse privados de la propia vida. Al verse forzados a matar o a ser matados, los soldados ejercen ciertas influencias entre las personas que los rodean. Ninguna política de seguridad incluye a esta gente en el entorno en el cálculo de su "tasa de desgaste". Desde que el ejército de los Estados Unidos invadió Irak el 20 de marzo de 2003, entre un mínimo de 60.411 y un máximo de 66.280 civiles han encontrado la muerte. 1 El número de soldados que han muerto es de 15 477 en cuatro años desde el principio de la guerra, entre 12000 policías iraquíes y de seguridad y 3220 soldados norteamericanos.2 En total, al menos 76.000 personas han perdido la vida y muchos son los que han tenido que ser testigos del sufrimiento de sus seres queridos, de las heridas o la muerte. En el presente artículo me concentraré en los familiares de los soldados en Irak como personas implicadas indirectamente en la guerra, personas que a pesar de no ser actores directos en la confrontación bélica terminan involucradas en ella porque sus seres queridos hacen parte del ejército.
La familia ha sido tradicionalmente utilizada como un símbolo para movilizar a la gente hacia la guerra. Los soldados se necesitan para poder llevar a cabo la política de seguridad de un país. Las personas se ven muy afectadas cuando sus seres queridos se encuentran en el ejército y por esto las familias se sienten muy preocupadas ante políticas públicas que pudieran poner en peligro a sus familiares. En estos tiempos de guerra y de terror, los familiares de los soldados, en general, sirven de mediadores entre los soldados y la sociedad puesto que los soldados no tienen la libertad de hablar y actuar fuera del medio militar. Además, muchas familias no solo actúan como mediadores, sino que también tratan de proteger a sus seres queridos tratando de hacerlos volver a casa y dejar el campo de batalla en Irak.
Heroísmo y sacrificio por la familia y el Estado
La familia es importante tanto para el Estado como para cada soldado. La familia provee los soldados que el Estado necesita para llevar a cabo la guerra y el Estado llama a formar parte de las fuerza militares "con el fin de defender a los seres queridos" y honra a los soldados como "héroes" que luchan por el Estado arriesgando sus vidas. Un soldado visto como un "héroe" es un medio de convencer a la familia de la lógica de la guerra. Así, las familias permiten justificar que se envíe gente a la guerra. Cuando un soldado muere en acción, el Estado lo reconoce como un héroe mediante una ceremonia en su memoria y le construye un monumento, lo que supone que ayuda a la familia a aceptar la muerte de sus seres queridos con dignidad. Estas medidas son necesarias para que los miembros de la familia no critiquen al Estado que ha "consumido" las vidas de sus seres queridos. Se supone que las familias aceptan el "máximo sacrificio" que significa la muerte de su ser querido o están orgullosas de su ser querido y de su "honorable devoción" por el Estado.
La imagen de la familia que necesita ser defendida es fácil de aceptar, porque esta imagen permite persuadir a los soldados para que vayan a la guerra y los motiva a arriesgar sus vidas. Morir protegiendo a su propia familia es algo mucho más concreto que morir por la "democracia" o "destituir una dictadura". Incluso cuando la opinión pública se encuentra dividida con relación a estos asuntos, o cuando un soldado duda sobre la guerra, este tipo de imagen familiar ofrece una razón concreta para ir a la guerra.3 La familia es utilizada como retórica para mostrar a las víctimas, es decir a los soldados que pierden sus vidas, como héroes
A su vez, este discurso tradicional ha sido reforzado por el surgimiento de organizaciones de familiares que apoyan la "misión heróica" de los soldados. La historia de las organizaciones creadas por personas que son fieles a la imagen de "la familia necesita protección" es una historia relativamente larga. Durante la Primera Guerra Mundial, Grace Seibold, cuyo hijo George Vaughn Seibold se enroló en el ejército en 1917, solía visitar los hospitales en busca de su hijo. Sin embargo, aun después de haber recibido una notificación sobre la muerte de su hijo, ella siguió visitando los hospitales con la esperanza de que su hijo regresara. Cuando le confirmaron la muerte de su hijo, empezó a cuidar a los soldados en los hospitales, junto con otras madres que también habían perdido a sus hijos. Esta fue la primera manifestación de organizaciones de ayuda de familiares de soldados. Así, "American Gold Star Mother, Inc."4 fue creada por 25 madres en 1928 y tenía como base la tristeza, la ira y el sentido de pérdida, que eran sentimientos muy fuertes para soportarlos solas.
Para poder convertir las tristezas de las madres en orgullo y para convertir a las víctimas en héroes, el Estado empezó a ayudar a estas organizaciones. El 23 de junio de 1936, la Cámara de Representantes decidió proclamar el último domingo de septiembre como el día de la Madre de Estrella Dorada. Ese día, el gobierno iza la bandera nacional en todos los edificios oficiales para demostrar el amor por las madres que han perdido a sus hijos en la guerra.5 Las Madres Estrella Dorada no se comprometen con actividades políticas o grupos de presión, pero la organización sí apoya al ejército estadounidense. Además, entre sus objetivos se puede encontrar: inspirar respeto por la bandera nacional entre la juventud estadounidense, mantener verdadera lealtad a los Estados Unidos y perpetuar la memoria de quienes murieron en la guerra. Así, al mantener la lealtad al país y recibir el apoyo del ejército, uno de sus propósitos es inculcar el sentido de obligación individual hacia la comunidad. Las condiciones de membrecía de la organización se aplican de manera estricta. Las madres naturales, que son ciudadanas estadounidenses o del territorio y las posesiones insulares de los Estados Unidos, cuyos hijos han muerto en el cumplimiento de su deber en el ejército de este país y de sus aliados, o han muerto como resultado de heridas sufridas durante el servicio, son candidatas para ser miembros de la organización. Las madres adoptivas y madrastras que han criado a los hijos desde los cinco años y cuya madre natural haya fallecido, también pueden ser candidatas dadas las condiciones anteriores.
Otras organizaciones creadas por familias de militares incluyen a madres que tienen, o han tenido, hijos enrolados en el ejército y han formado la organización Madres Azules de America.6 Los miembros se ayudan mutuamente y a sus hijos, al tiempo que promueven el patriotismo. La historia de esta organización empezó en 1942 cuando las madres se prestaron como voluntarias para trabajar en los hospitales y estaciones de tren empacando paquetes con elementos de cuidado para los soldados. En esa época, estas actividades hacían parte de la seguridad del territorio. Asímismo, Esposas de Estrella Dorada de America, Inc7. fue fundada en 1945 por esposas de soldados que han muerto cumpliendo su deber en el ejército de los Estados Unidos o han fallecido por una discapacidad relacionada con su servicio. Esta organización se dedica a proporcionar información sobre las pensiones y otros beneficios a los miembros. A su vez, con el fin de brindar apoyo a los hijos, hijas y otros familiares de soldados de la guerra del Vietnam, se fundó en 1990 Hijos e Hijas en Contacto,8 (traducción del inglés de Sons and Daughters In Touch). Se estima que más de un tercio de los soldados que murieron en Vietnam eran padres y al menos 20.000 niños perdieron a su padre en esta guerra. Estos padres murieron en una guerra perdida y errada y nunca fueron reconocidos como héroes, e incluso fueron criticados como asesinos de niños o como adictos, por lo que sus familiares no han podido hablar de sus experiencias, del dolor, el odio y la culpa. Pasó más de un cuarto de siglo antes de que se pagara tributo a estos padres de manera pública y en 1992 se conmemoró el día del Padre "Orgulloso de recordar".
Las familias vinculadas a estas organizaciones aceptan abiertamente la imagen de los "soldados valientes" y de los "héroes que sacrifican su vida para defender al Estado y la familia". Aunque estas organizaciones están dirigidas por los familiares, no son independientes del ejército ni del Estado y refuerzan la imagen del "soldado que necesita defender la familia". Los soldados son valientes y se sacrifican a sí mismos para defender a sus familias y mantener al Estado seguro, libre y democrático. Así, las familias tratan de recordar la muerte de su ser querido como divina y honorable y estan orgullosas de hacer este "máximo sacrificio" sin tener ninguna duda sobre la guerra y sus causas. Vemos pues que esta forma de pensar está de acuerdo con las políticas utilizadas para movilizar a las familias.
Los costos del heroísmo
En cualquier acción militar, los soldados siempre se consideran como parte de la "tasa de desgaste", por lo que, en cierta medida, son tratados como artículos de consumo.9 En marzo de 2007, el Washington Post informó sobre la terrible situación de los hospitales de los veteranos. Los soldados que caían heridos en Irak y Afganistán eran evacuados hacia el Centro Médico Militar Walter Reed. Dichos soldados tenían lesiones en el cerebro, heridas graves en miembros, daños en órganos y espalda y diversos niveles de estrés post traumático. En los cuartos de estos veteranos se encontraron excrementos de ratones, cucarachas muertas, tapetes manchados, colchones económicos. Además, los soldados tenían dificultad para obtener los tratamientos necesarios.10
Haciendo los ajustes por inflación, los gastos para efectos de salud mental del Departamento de Asuntos de Veteranos disminuyeron en un 25% entre 1997 y 2004, y muchos expertos se declaran preocupados sobre la capacidad del sistema para cuidar de todo el rango de necesidades, incluyendo salud mental, de las nuevas generaciones de veteranos de los Estados Unidos. De acuerdo con los informes de 2007 de la Alianza Nacional para Desamparados, el 25% de los norteamericanos que no tienen hogar son veteranos, y de todos los veteranos sin hogar el 76% tiene problemas mentales, de alcohol o de drogas.11 Los veteranos no son tratados con respeto por el Estado, aunque hayan luchado por el Estado y arriesgado sus vidas y, al ser forzados a exponer sus vidas a situaciones difíciles para atacar o ser atacados, los soldados ejercen un efecto enorme entre la gente con la que están íntimamente ligados.En el campo de batalla, los soldados están separados de sus seres queridos, separación que causa serios problemas especialmente a sus parejas e hijos.12 Un estudio realizado por el ejército de los Estados Unidos plantea que 20% de los matrimonios se acaban a los dos años de que el cónyuge regresa a casa después de la guerra. Desde entonces, el ejército ha tratado de reducir la tasa de divorcios ofreciendo programas de "enriquecimiento para matrimonios".13 Sin embargo, el hecho de conservar la relación con su pareja no implica que no tengan que afrontar serios problemas.14 Los hijos son los que se ven más afectados por el estrés. Incluso entre las familias de los militares, en las que el padre o la madre es desplazado con frecuencia, la ausencia implica un gran cambio en el entorno y la vida diaria de los niños. Para ellos es importante no estar separados de sus familias dado que, por ejemplo, los niños pequeños y de edad pre-escolar sienten mucho estrés, algunos se vuelven mentalmente inestables y lloran durante períodos largos y sus horarios diarios se ven alterados por la ausencia de uno de los padres.15 Los niños en edad pre-escolar también tienden a sentirse culpables por dicha ausencia y aquellos que se encuentran en la edad del desarrollo de la personalidad se ven particularmente afectados. Durante la guerra del Golfo, 23.000 padres o madres y 32.000 niños se vieron afectados por desplazamientos relacionados con el servicio militar.16 Incluso en algunas familias, en las que tanto la madre como el padre estaban en el ejército, los hijos se encontraron bajo el cuidado de una persona que, en muchos casos, no era un familiar.17
En el caso, más grave aún, de que el soldado fallezca o sea gravemente herido en el campo de batalla, la familia no podrá seguir su vida normal. Es común que sobrevengan problemas financieros, pues en los casos en los que el soldado es el principal proveedor de dinero para la familia, los otros miembros se ven enfrentados a la pobreza.18 Igualmente, no se pueden subestimar las consecuencias no materiales de la muerte de un familiar, sobre todo si se trata del padre o de la madre. Un estudio con 25 niños israelíes que perdieron a su padre en acción militar, cuando tenían entre 2 y 10 años, indica que se produce un efecto prolongado en su salud psicológica, dado que el 50% de estos niños siguió teniendo problemas emocionales y de comportamiento de 3 a 5 años después del deceso.19 Así, es indiscutible 20 que los niños de las familias de militares sienten la amenaza de la guerra y que ésta los afecta de manera significativa.
Por otro lado, cuando un soldado vuelve a casa "sano y salvo", por lo general no puede comunicarse de manera clara con su familia,21 pues es muy difícil para el soldado y para los miembros de la familia compartir las experiencias extremas de la guerra. Así, las duras experiencias de la acción militar pueden afectar la relación con la familia y provocar violencia doméstica.22 En 2002, cuatro esposas de soldados fueron asesinadas por sus maridos en Fort Gragg, norte de California.23 De acuerdo con una encuesta, la probabilidad de cometer una agresión severa contra el cónyuge se incrementa para los soldados que han sido desplazados durante el año anterior, en comparación con soldados que no han sido desplazados. No solamente el hecho del desplazamiento está asociado con la agresión al cónyuge, sino que entre más largo sea desplazamiento, hay más probabilidad de que ésta ocurra.24
No se debe olvidar tampoco la amplia incidencia que tienen los desórdenes por estrés post-traumático (DEPT) en la vida de los soldados que regresan a casa. El DEPT afecta tanto al veterano como a los miembros de su familia, pues el sentimiento de separación de los demás, el rango limitado de afecto y las explosiones de ira asociadas con él pueden interferir con el intento de establecer y conservar relaciones más estrechas, de armonía y compromiso con los demás.25 Por ejemplo, los veteranos de Vietnam que sufren estrés post-traumático tienden a tener muchos problemas, tales como el divorcio o la violencia doméstica,26 y el hecho de vivir con un veterano que sufre DEPT puede representar también altos niveles de disfunción social y psicopatológica para las esposas.
Los veteranos con DEPT tienden también a alejarse de sus hijos y a ser demasiado críticos con ellos. El desinterés, desprendimiento y la incapacidad creada por la insensibilidad emocional pueden disminuir la habilidad y voluntad del padre para compartir y disfrutar de las interacciones con sus hijos, lo cual conduce a una relación de baja calidad.27 Los hijos de padres con DEPT son, por lo general, vistos como personas que están muy inclinadas a presentar un nivel inadecuado de auto-control, lo cual se traduce en la exteriorización de problemas de comportamiento como la agresión, la hiperactividad y la delincuencia. Estos niños son considerados como personas con dificultad para entablar una relación y conservar una amistad.28
En un proceso de traumatización secundaria, el niño, de alguna manera, revive las experiencias traumáticas de la guerra o crea una obsesión por los asuntos de la guerra que perturban o se relacionan con el veterano, por ejemplo, el niño puede tener pesadillas sobre Vietnam o el combate, o preocuparse mucho por la muerte y las lesiones.29 En una encuesta de un asesor de un centro para veteranos, los problemas más reportados en los niños de los veteranos de Vietnam fueron la baja auto-estima, la agresividad, las dificultades de desarrollo, las relaciones sociales disminuidas y síntomas semejantes a los del veterano. Un estudio ha demostrado una relación significativa y directa entre la participación de los veteranos en violencia abusiva durante el conflicto de Vietnam y las perturbaciones de comportamiento en sus hijos 15 a 20 años más tarde.30 Los hijos por lo general se culpan a sí mismos de la infelicidad de su padre.
Los soldados pueden hacer mucho daño a la gente del lado "enemigo". Matar al enemigo es algo que se espera, pero que puede ocasionar un efecto psicológico profundo en los soldados. La participación en una guerra convencional, aunque suele ser algo horrible, es suavizada por la larga tradición del honor marcial, el orgullo y la legitimidad que es separada de la violencia no sancionada contra los prisioneros de guerra o no combatientes, especialmente niños. El hecho de cometer dichas atrocidades puede afectar mucho más a los soldados. Estudios clínicos sugieren que la participación en actos de violencia abusiva puede estar asociada con formas muy virulentas de DEPT que implican un gran odio y desprecio por sí mismo y una profunda discapacidad para creer en las relaciones positivas.31 Las heridas recibidas en el campo de batalla siguen doliendo aunque la guerra haya terminado. Es muy claro que las heridas torturan tanto a los soldados como a sus seres queridos constantemente. Así, las familias no están protegidas por los soldados y sufren de muchas formas.
Durante mucho tiempo los militares no prestaron mucha atención a las familias de los soldados. El ejército estaba formado por hombres jóvenes solteros. Esta situación cambió en la época de la guerra total en la que, mediante la conscripción, los hombres con esposas e hijos también fueron movilizados. En Estados Unidos, el número de soldados aumentó incluso después de la abolición de la conscripción y, como resultado de esto, en 1960 los dependientes sobrepasaron a los soldados activos. Durante los años ochenta, los hijos de familias militares alcanzaron la cifra de 2,1 millones (90% de estos tenían 13 años o menos) y 3,36 millones en los años noventa. El número de padres solteros ha aumentado, también el de madres militares y el de familias en las que ambos padres pertenecen al ejército.
Solo en los años setenta32 las fuerzas armadas de los Estados Unidos empezaron a interesarse por las familias de sus miembros.Las crecientes preocupaciones de las familias, del número de padres solos y de ambos padres militares hicieron que en 1984 se creara el Centro de la Comunidad Armada y de Apoyo a las Familias de los Estados Unidos (ACFSC).33 El objetivo de esta organización es ayudar a los comandantes a mejorar la calidad de vida de las familias vinculadas al ejército, aunque la intención de estas medidas era obtener un mejor rendimiento en el combate. Así lo enfatizó en 1983 el Jefe de Personal del Ejército, General John Wickham, en el "White paper": "el bienestar de la unidad familiar tiene un impacto directo sobre la prontitud, la retención y la efectividad general de los soldados".34
Cuestionando el heroísmo: las familias protegen a los soldados
Los soldados no pueden hablar o actuar de manera libre puesto que existe un código militar estricto. Cuando viven en una base, están aislados de la sociedad civil y tienen pocas oportunidades de actuar en la comunidad,35 cuando son desplazados a países extranjeros tienen poco acceso a la sociedad de su país natal, y cuando mueren o son heridos ya no tienen la capacidad para hablar o actuar en la sociedad. Por el contrario, los miembros de sus familias gozan de la seguridad y la libertad, y tienen la oportunidad de llevar a cabo una gran cantidad de acciones que no son permitidas a los soldados. Por lo tanto, las familias sirven como mediadoras entre los soldados (personas implicadas) y la sociedad. Ellas ofrecen información tanto a los soldados como a la sociedad y mejoran la comunicación entre ellos. También pueden desempeñar el papel de enviados especiales para los soldados, quienes no tienen la libertad de hablar. Así, las familias no sólo son "mediadores" o "enviados especiales", sino que también actúan para proteger a los soldados.
Como personas "semi-implicadas", muchos familiares se preocupan por la seguridad de sus seres queridos que están en situaciones de peligro y, en algunos casos, están incluso más implicados que los mismos soldados. Estas familias no pueden ayudar pero están más interesadas que otras personas, escuchan las historias de la guerra contadas directamente por los soldados y obtienen información que no pasa por los medios de comunicación. Para ellos lo más importante es que sus seres queridos están implicados directamente en el conflicto. Así, la guerra nunca es un hecho lejano sino una preocupación real acompañada de miedos y ansiedades. Si un soldado muere, la persona implicada ya no existe, sin embargo, la familia, como persona semi-implicada, llorará la muerte de sus seres queridos durante toda la vida.
En la sociedad es de crucial importancia que las familias que han perdido a sus seres queridos en la guerra sean consideradas como "semi-héroes" que asumen el máximo sacrificio. De esta forma, el Estado y el ejército deben honrar a los soldados caídos y respetar a sus familias. Cindy Sheehan perdió en la guerra de Irak a su hijo de 24 años, Casey Sheehan, quien murió en la ciudad de Sadr el 4 de abril de 2004. Ella quería encontrarse con el presidente de Estados Unidos y preguntarle directamente por qué había muerto su hijo, pero el presidente no aceptó la visita. Ella criticó este gesto diciendo: "Para mí [...] es irónico que si yo fuera una rica republicana que ha dado muchas sumas de dinero para la re-elección del presidente, podría tener acceso a las grandes cabezas en las espléndidas fiestas, pero yo, cuyo hijo pagó con su vida por el país, no pueda ni siquiera acercarme a media milla del hombre que lo envió a la muerte".36 Cindy Sheehan atrajó la atención del mundo con su vigilia de 26 días en las afueras del rancho de Texas del presidente Bush, acompañada por más de 2.000 personas, y así se ha convertido en un símbolo para las madres que luchan contra la guerra.
Aun desde el mismo inicio de la guerra de Irak las familias como personas semi-implicadas empezaron a hacer campañas activas para proteger a los soldados. Como físicamente están imposibilitadas para protegerlos, estas familias trabajan para traerlos de vuelta a casa o para evitar que sean envíados al combate.37 La organización Familias de Militares Denuncian está formada por personas que se oponen a la guerra de Irak y que tienen parientes o seres queridos en el ejército. Esta organización fue fundada en noviembre de 2002, tiene contacto con las familias de los miembros del ejército en los Estados Unidos y en otros países del mundo, y hace énfasis en el carácter de los familiares como "personas semi-implicadas".
Cindy Sheehan y otras familias que han perdido a sus seres queridos fundaron la organización Familias Estrella de Oro en 2005. Este es en parte un grupo de apoyo y una organización activista. Apoyan a los soldados, puesto que su misión es denunciar para ayudar a que vuelvan a casa y minimizar el costo humano de la guerra. Para Sheehan, lograr terminar con la guerra le daría un significado a la muerte de su hijo.39
Lo que es común en estos movimientos no es sólo el deseo de proteger a los miembros de sus propias familias, sino también la simpatía hacia la gente de Irak que vive el mismo dolor. Muchas familias iraquíes han perdido a sus seres queridos en la guerra sin causa justificada, que sean considerados "enemigos" o "amigos" no tiene importancia. Algunas de estas familias de soldados se sienten unidas a las personas de Irak porque han perdido a sus seres queridos y conocen el dolor que representa perder a alguien irremplazable, y con base en estos sentimientos de simpatía y unidad toman acciones. Fernando Suarez del Solar perdió a su hijo Jesús, un cabo de la Armada de los Estados Unidos, durante la invasión a Irak en 2003. Él, su esposa y otras dos familias que perdieron a sus seres queridos en Irak, al igual que una mujer que perdió a su hijo en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, fueron patrocinados por grupos de derechos humanos para llevar a Jordania medicinas para los niños iraquíes. Se encontraron allí con iraquíes que habían perdido parientes debido a la violencia. Suarez declaró: "Es comprensible que nos encontremos unidos en este dolor".40
Los miembros de organizaciones como Madres estrella de oro, Madres estrella azul, Esposas estrella dorada e Hijos e hijas en contacto, al igual que las Familias estrella dorada y Familias de militares denuncian, se interesan por la suerte de los soldados. Ambos grupos tratan de sobreponerse a la tristeza, dolor y sentido de pérdida dando apoyo a los demás. Son grupos activos en la ayuda a los familiares como personas semi-implicadas. La diferencia entre estos dos grupos de organizaciones radica en su posición frente al ejército y el Estado. El primer grupo se siente orgulloso de ser considerado semi-héroe, cree en la causa de la guerra y acepta la diferencia entre "amigo" y "enemigo" establecida por el Estado. El segundo grupo ve en la imagen del soldado como héroe y de la familia como semi-héroe una ficción creada por el Estado.
Sólo hasta la guerra de Irak empezaron las familias a actuar de forma independiente de los militares. Hay cuatro factores que explican por qué ocurrió esto. En primer lugar, la guerra de Irak es la primera guerra que ha durado mucho tiempo desde que se abolió la conscripción. Durante la guerra de Vietnam se presentaron movimientos anti-bélicos en los que los soldados tomaron parte. Las esposas de los soldados y los parientes jugaron un papel en estas actividades, pero no actuaban de manera independiente de los soldados. Cuando existía el sistema de reclutamiento, los soldados podían retar al ejército. Ahora que no existe el sistema de reclutamiento, los soldados son voluntarios y firman contratos para entrar al ejército. Este hecho hace que sea más difícil participar en actividades contra la guerra. Sin embargo, la duración del alistamiento no es definitiva ni limitada. El ejército puede extenderla y de hecho prolongar el período de servicio. Para los soldados y las familias, esto es una forma de hacer cumplir con el servicio militar, incluso contra su voluntad. Muchos soldados de la Guardia Nacional41 han sido desplegados en Irak. La Guardia Nacional en muy pocos casos ha sido movilizada a países extranjeros y la última vez que esto ocurrió fue durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos se enlistaron en la Guardia Nacional pensando que serían entrenados y movilizados para casos de desastres naturales, pero nunca se imaginaron que irían a la guerra de Irak.
En segundo lugar, "las imágenes de los soldados como héroes que protegen a su familias y de las familias como símbolo que debe ser protegido" ya no son válidas en esta época de "la guerra con terror". Diferentes a las guerras entre países, en este tipo de confrontación no hay declaración de guerra y no es claro quiénes son los "enemigos". En Irak, mucha gente considera al ejército de los Estados Unidos como el "enemigo" y los soldados de este país son emboscados o mueren en ataques suicidas. Es imposible para los soldados ver quién los va a atacar. En estas situaciones de mucho estrés, los soldados a menudo reaccionan exageradamente. Como resultado, los soldados a veces matan a familias enteras, que se encuentran en "el lugar y en el momento equivocados". Los soldados tienen que hacer redadas en casas en plena noche para arrestar a hombres iraquíes, que son padres, esposos o hermanos, ante los ojos de sus hijos. Asustar a niños inocentes no puede ser considerado como un acto "heroico". Otras situaciones, como el abuso de las personas detenidas, como en Abu Graib o la matanza de civiles, tampoco pueden ser consideradas como actos de héroes, Estas acciones son por el contrario consideradas como crímenes de guerra.
Algunas familias en contra de la guerra de Irak creen que "hubo una mentira en la razón para atacar a Irak". La guerra de Irak fue vendida como un ataque por derecho para defender a los Estados Unidos de cualquier ataque con armas de destrucción masiva. Sin embargo, resultó muy claro que la información sobre estas armas de destrucción masiva era engañosa. La causa de la intervención en Irak fue cambiada entonces por la idea de "liberar al pueblo iraquí de la dictadura de Saddam Hussein e instaurar la democracia". Pero en realidad, los soldados norteamericanos son un "ejército de ocupación" y son objeto de odio entre la gente iraquí. Además, enfatizar valores universales como la libertad, la democracia y los derechos humanos, les recuerda a los soldados y a sus familias que los civiles iraquíes también son seres humanos como ellos y que sus derechos humanos deben ser respetados. Desafortunadamente eso no es lo que está ocurriendo. Ante estas contradicciones, las familias encuentran razones para no aceptar esta guerra del Estado como "el máximo sacrificio" de sus seres queridos.
En tercer lugar, es difícil para las familias creer que esta acción militar en Irak las protege en los Estados Unidos. A pesar de que los soldados libran una cruenta lucha, la situación en Irak se mantiene inestable. De hecho, las fuerzas extranjeras en Irak pueden estar empeorando la situación.
En cuarto lugar, la popularización de Internet facilita el envío de mensajes y de información entre las personas, lo cual mejora la conexión transnacional entre los pueblos y permite a las familias del mundo entero comunicarse directamente. Por ejemplo, una joven mujer que vivía en Bagdad hasta septiembre de 2007 tenía un blog en inglés titulado "Bagdad Arde",42 en el cual describía la cotidianidad y los pensamientos de los iraquíes. Así, el mundo entero podía leer "en tiempo real" informes detallados que mostraban la realidad de la guerra desde el lado iraquí. Cuando el blog de la mujer no fue actualizado por un tiempo, algunos lectores se preocuparon por su seguridad. El hecho de leer a diario le ayudaba a la gente a humanizar al enemigo. Con la Internet también resulta fácil para la gente aprender sobre la realidad de la guerra, se puede tener información sobre las armas que hieren a los soldados de ambos lados o ver el daño físico y mental que estos sufren.
Conclusión
Los soldados son necesarios para llevar a cabo acciones militares y se les pide que cumplan su deber aunque puedan perder la vida. El Estado puede justificar el consumo de su propia gente sólo cuando dicha acción militar tiene una sólida justificación y razones de peso. El Estado y los militares elogian a los soldados como personas valientes y determinadas a sacrificar sus vidas, los caídos son reconocidos como héroes y el Estado organiza ceremonias y fuerza a los héroes a cumplir con su deber incluso después de la muerte. Sin embargo, independientemente del peso de las razones o las causas, es inevitable la pérdida de cierta cantidad de personal militar en misiones bélicas, pero para cada soldado, dado que se pone en juego su vida o su salud, esto puede significar perder un valor irremplazable. Cuando los soldados vuelven a casa vivos, no hay suficiente apoyo por parte del Estado o de las fuerzas militares. Así, los soldados son como "artículos de consumo" que se pueden reemplazar mediante contrato. Una vez que se utilizan, no se necesitan más y se olvidan. Este es uno de los aspectos que están enfrentando los héroes.
Las familias no van a los campos de batalla y no utilizan la fuerza, pero el campo de batalla llega a sus casas a través del pariente perteneciente a las fuerzas militares. Las familias tienen muchos problemas, como la separación de sus seres queridos, miedo a la muerte, la violencia doméstica y los daños psicológicos. De esta forma, las familias no están protegidas por los soldados. No es sorprendente entonces que la imagen de los soldados protegiendo a sus familias esté cuestionada en estos tiempos por las mismas familias, quienes piensan que esta imagen se utiliza para justificar la privación de la vida de sus familiares y, a partir de esto, toman acciones independientes para proteger a los soldados. A su vez, estas familias están expuestas a grandes resentimientos, puesto que niegan la imagen de héroes que se le asigna a los soldados. Las madres que son fieles al ejército y al Estado crearon la campaña "No hables por mí, Cindy" a lo largo y ancho del país para contrarrestar el movimiento anti-guerra generado por la protesta de Cindy Sheehan. Por ejemplo, Gary Qualls, quien en 2004 perdió en Falluja a su hijo de 20 años, Leuis Qualls, ha criticado la posición de Sheehan sosteniendo que "sólo necesitamos honor y respeto para los miembros del ejército y para nuestro líder George Bush".43 Para las familias que creen en la imagen del héroe que amerita el sacrificio de sus seres queridos es inadmisible que otros les nieguen dicha imagen. No obstante, esa imagen de héroe, que implica una defensa del territorio nacional, se pierde en la "guerra del terror". Las familias son forzadas a convertirse en personas semi-implicadas porque la política gubernamental envía a sus seres queridos a la guerra. Quieren entonces proteger a los soldados y, por lo tanto, actúan independientemente del Estado motivadas por el amor a sus mismas familias.
NOTAS AL PIE DE PÁGINA
1. http:/www.iraqbodycount.net/ (junio 17, 2008)
2. Reino Unido 133, Italia 31, Polonia 19, Ukrania 18, Bulgaria 13, España 11 y 31 soldados de otros 12 países. http://www.welt.de/politik/article769996/Body_Count_vier_Jahre_nack_Kriegsbeginn.html (marzo 30, 2007)
3. El capitán Yukio Seki, el primer "dios militar" que cometió un ataque suicida kamikaze en el ejército japonés, declaró a los reporteros antes de salir: "No voy por el Emperador ni por el Imperio Japonés, sino por mi querida esposa. La orden debe ser ejecutada y moriré para proteger la vida de ella. Moriré por mi amada. ¿No es maravilloso?". En: Shiroyama Saburo, Shikikan tachi no Tokko, Shinchosha, 2001, p.45.
4. http://www.goldstarmoms.com/agsm/WhoWeAre (octubre 5, 2005)
5. Declaración del presidente George W. Bush el día de la Madre de Estrella Dorada del año 2002: "Al demostrar orgullo nacional y promover la buena voluntad internacional, la Madres de Estrella Dorada han servido de modelo de gracia y fortaleza. Al honrar su patriotismo y su dedicación, renovamos nuestro compromiso de respaldar el honorable legado de sus hijos fallecidos en el cumplimiento de la seguridad, la libertad y la paz".
6. http://www.bluestarmothers.org/ (octubre 5, 2005).
7. http://www.goldstarwives.org/ (abril 3, 2007).
8. http://www.sdit.org/ (octubre 5, 2005).
9. Muchos veteranos de las guerras de Vietnam, del Golfo y de Irak sufren graves enfermedades, aun tras largo tiempo de haber vuelto a casa. Aunque es sabido que la contaminación causada por el Agente Naranja y el Uranio Reducido (DU) afecta negativamente a los soldados y a la siguiente generación, el ejército continúa utilizándo estas sustancias. Esto indica que el Estado considera a los soldados como artículos reemplazables y no se preocupa mucho por su bienestar.
10. Priest, Dana y Anne Hull, "Soldiers Face Neglect, Frustration At Army’s Top Medical Facility", Washington Post, febrero 18, 2007: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/1007/02/17/AR2007021701172_pf.html (mayo 6 2007).
11. http://www.nvf.org/?q=facts-about-veterans-needs-and-solutions (junio 29, 2008)
12. De acuerdo a una investigación realizada en junio de 2000 sobre militares austríacos enviados a Kosovo, el problema más serio para soldados estacionados entre 2 a 5 meses era la separación de sus familias y de sus seres queridos. Durante su estacionamiento, aproximadamente el 30% de las relaciones fracasaban. En la mayoría de los casos, era la pareja de los soldados la que quería terminar la relación. Véase: Hlous, Nora, "Psychologische Aspekte im EinsatzErkenntnisse aus dem Dienst der AUCON-KFOR-Truppen", en: Truppendienst, 5/2001, p. 439.
13. Se está ofreciendo una variedad de programas para matrimonios financiados por el ejército, los cuales incluyen bonos para escapes románticos en hoteles de lujo y cursos para desarrollar competencias en perdón y comunicación. Véase: Leonard, Tom, "US Army In Battle To Cut Divorce Rate", Telegraph, diciembre 31, 2004, http://vaiw.org/vet/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid (enero 14, 2005)
14. Véase: Shamgar-Handelman, Lea, Israel war widows-beyond the glory of heroism, Bergin and Garvey Publischers, Massachusetts, 1986; Mercier, Peter J. y Judith D. Mercier (ed.), Battle cries on the home front: violence in the military family, Charles C Thomas Publisher, Springfield, 2000; Moreau, Donna, Waiting Wives: The story of schilling manor, home front to the vietnam war, Atria Books, New York, 2005; Matsakis, Aphrodite, Vietnam wives: facing the challenges of life with veterans suffering post-traumatic stress, The Sidran Press, Baltimore, 1996; Harrison, Deborah y Lucie Laliberete, No life like it: military wives in Canada, James Lorimer & Company, Publishers, Toronto, 1994.
15. Miyanishi, Kahori, "Jugun suru nihonjin zuma", en: Seikyu-sha (edit.), Jugun no Politics, Seikyu-sha, 2004, pp. 191-214.
16. Ursano, Robert J. y Ann E. Norwood, "The Effects of War on Soldiers and Families, Communities and Nations", en: Ursano, Robert J. y Ann E. Norwood (eds.), Emotional aftermath of the persian gulf war: veterans, families, communities and nations, American Psychiatric Publishing, 1996, p.541.
17. Jensen, Peter S. y Jon A. Shaw, "The Effects of War and Parental Development Upon Children and Adolescents", en: Ursano, Robert J. y Ann E. Norwood (eds.), Emotional Aftermath of the Persian Gulf War: Veterans, Families, Communities and Nations, American Psychiatric Publishing, 1996, p.83-84.
18. Especialmente cuando el soldado pertenece a la Guardia Nacional de los Estados Unidos. Dado que estos soldados se encuentran más insertados en la sociedad civil, su ausencia crea un gran cambio en la vida familiar.
19. Jensen, Peter S. y Jon A. Shau, Op Cit., p. 88.
20. De acuerdo con un estudio sobre el impacto de la posibilidad de guerra en niños de familias de militares en servicio y en la reserva, significativamente más hijos de militares en servicio utilizaron estrategias como "pelear con alguien" , "morderse las uñas" y "soñar despiertos" para lidiar con el estrés. Al preguntárseles sobre las estrategias más útiles, los niños de militares en servicio respondieron en mayor proporción "pelear con alguien" y "gritar y chillar". Los hijos de militares en reserva y de civiles fueron más propensos que los hijos de militares en servicio a señalar como estrategias preferidas "tratar de relajarse". Al preguntárseles "¿qué ocurriría en tu familia si ocurre una guerra?", los hijos de militares tanto en servicio como en reserva, en comparación con los hijos de civiles, fueron más propensos a creer que su(s) padre(s) iría(n) a la guerra y que uno de ellos moriría. Ryan-Wenger, Nancy A., "Impact of the threat of war on children in military families", American Journal of Orthopsychiatry, 71(2), abril 2001, pp.240-242.
21. El retorno al trabajo no es fácil. Soldados israelíes enviados a la guerra del Líbano de 1982 y que sufrieron Reacción al Estrés de Combate, mostraron mayor ausentismo laboral, mayor consumo de alcohol y cigarrillos y mayores niveles de problemas digestivos y dolores de pecho y espalda que soldados que no habían sufrido Reacción al Estrés de Combate. Solomon, Zahava, Combat stress reaction: the enduring toll of war, Plenum Press, New York, 1993, pp.147-162.
22. Según un estudio publicado en el año 2000, las tasas de violencia moderada del marido hacia la esposa fueron similares para miembros del ejército y civiles (cerca de 10%), pero en lo que respecta a violencia severa, la tasa del ejército fue 13,5% mientras que la de los civiles fue 0,7%. Las tasas de violencia de la esposa hacia el marido fueron significativamente más altas: para violencia moderada, la tasa del ejército fue 13,5% y la de los civiles 10,8%; para violencia severa, la tasa del ejército fue 2,9% y la de los civiles 0,7%. Véase: McCarroll, James E., "Deployment and the Probability of Spousal Aggression by US Army Soldiers", Military Medicine, 165, 1:041, 2000, p.44.
23. Leonard, Tom, "US Army In Battle To Cut Divorce Rate", Telegraph, diciembre 31, 2004, http://vaiw.org/vet/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid (enero 14, 2005)
24. Al compararse las respuestas de soldados desplegados durante menos de 3 meses con las de aquellos no desplegados, el porcentaje de quienes indicaron agresión moderada aumentó 0,79%. En soldados desplegados de 3 a 6 meses esta cifra aumentó 1,76%, en comparación con los no desplegados, y el aumento para quienes fueron desplegados de 6 a 12 meses fue de 4,76%. Estas encuestas fueron realizadas a una muestra aleatoria de 15% de los 26.835 miembros activos y casados del ejercito que fueron desplegados y no desplegados, en 50 estados durante el periodo 1990-1994. La probabilidad de agresión severa aumentó 15,8%, 26,4% y 34,9% para cada periodo de desplegamiento respectivamente. Véase: McCarroll, James E., "Deployment and the Probability of Spousal Aggression by US Army Soldiers", Military Medicine, 165, 1:041, 2000.
25. Byne, Christina A. y David S. Riggs, "The Cycle of Trauma: Relationship Aggression in Male Vietnam Veterans With Symptoms of Posttraumatic Stress Disorder", en: Violence and victims, Vol. 11, No.3, 1996, pp. 213-214.
26. Véase, por ejemplo, Figley, Charles R., Stress disorders among vietnam veterans, Brunner/Mazel, Inc., 1978.
27. Esto de acuerdo a una encuesta entre 66 veteranos de Vietnam que son padres. Véase: Ruscio, Ayelet Meron, Fank W. Weathers, Lynda A. King, Daniel W. King, "Male war-zone veterans’ perceived relationships with their children: the importance of emotional numbing", Journal of Traumatic Stress, Vol.15, No. 5, October 2002, pp.351-357. También, Rosenheck, Robert, Alan Fontana, "Transgenerational Effects of Abusive Violence on the Children of Vietnam Combat Veterans", Journal of Traumatic Stress, Vol.11, No.4, 1998, pp.731-742.
28. Se realizó una encuestra entre 191 niños que viven con 107 veteranos. Véase: Persons, John, Thomas J. Kehle, Steve V. Owen, "Incidence of Behavior Problems Among Children of Vietnam War Veterans", School Psychology International, Vol.11, 1990, p.253-259.
29. En la traumatización secundaria, el niño de alguna manera, revive las experiencias traumáticas de su padre o se obsesiona con temas relacionados con la guerra que agobian al padre. El niño puede aun manifestar síntomas similares a los del veterano. El niño puede tener pesadillas sobre Vietnam o sobre los combates, o preocuparse enormemente sobre la muerte o las heridas. En otro estudio, Rosenheck cita el caso de Alan, el hijo de diez años de un veterano de Vietnam, quien, a pesar de no tener pesadillas, "tenía gran dificultad para dormir porque le preocupaba ser asesinado o secuestrado. Su mayor temor era que se le disparara, a él o a su padre, "como en la guerra". En muchas de las fantasias de Alan parecia que él viviera en los recuerdos de su padre en vez de en su propia realidad". Matsakis, Aphrodite, Vietnam wives: facing the challenges of life with veterans suffering post-traumatic stress , The Sidran Press, Baltimore, 1996, p. 228-277.
30. Rosenheck, Robert, Alan Fontana, "Transgenerational Effects of Abusive Violence on the Children of Vietnam Combat Veterans", Journal of Traumatic Stress, Vol.11, No.4, 1998.
31. Rosenheck, Fontana, Op cit., p.732.
32. Durante mediados de los años sesenta y comienzos de los setenta, surgieron reportes en la comunidad civil que pedían medidas para prevenir el abuso y el abandono infantil. Llamados similares surgieron entre la comunidad militar. Para conocer diversas medidas diseñadas por las fuerzas armadas para enfrentar estos problemas, véase: Bowen, Gary Lee, Military family advocacy: a status repot, en: Armed Forces & Society, Vol. 10, No. 4, Summer 1984, pp. 583-596.
33. CPT Daniel G. Amen, MAJ Linda Jellen, COL Edward Merves, COL Robert E. Lee, "Minimizing the impact of deployment separation on military children: stages, current preventive efforts, and system recommendations", en: Military Medicine, Vol. 153, No. 9 September 1988, p. 441-446.
34. Las fuerzas armadas israelíes también han realizado investigaciones sobre temas familiares para mantener el desempeño de combate. Véase: Solomon, Zahava, Mark Waysman, Mario Mikulincer, "Family functioning, perceived societal support, and combat-related psychopathology: the moderating role of lonenliness", en: Journal of Social and Clinical Psychology, Vol.9, No. 4, 1990, pp. 456-472.
35. Las fuerzas armadas trataron de castigar a Ehren Watada, un teniente del ejército de Estados Unidos que en junio de 2006 públicamente se rehusó a ser enviado a Irak, por realizar tal declaración ante reporteros, aunque dicha declaración fue hecha sin él llevar puesto el uniforme militar, fuera de la base y sin estar él en servicio. Con esto el ejército trató de mostrar que quienes hicieran pública su opinión serían castigados. Ret. Col. Ann Wright, "To Refuse To Serve", junio 27, 2006, http://www.tompaine.com/print/to_refuse_to_serve.php (febrero 15, 2007), http://www.thankyoult.org/ (December 2 2006).
36. Cindy Sheehan, "The dangerous gold star families", Buzzflash, enero 24, 2005, http://www.gsfp.org/article.php?id, (octubre 2, 2005)
37. Los soldados desplegados en Irak y Afganistán por más tiempo del inicialmente esperado se encuentran en condición severa. Según un reporte oficial, 121 soldados del ejército de Estados Unidos cometieron suicidio en 2007, un aumento del 20% sobre el año anterior. El número de intentos de suicidio y heridas auto-inflingidas también ha aumentado. Alrededor de 2.100 en el año 2007, menos de 1.500 en 2006 y menos de 500 en 2002. International Herald Tribune, January 31 2008, http://www.iht.com/articles/ap/2008/01/31/america/NA-GEN-US-Army-Suicides.php (June 29 2008).
38. http://www.mfso.org/main_f.html (enero 31, 2005)
39. "La verdadera razón por la que me quería encontrar con Rumsfeld era para hacerle saber que sus acciones tienen terribles consecuencias. Quería que él viera el inmenso dolor que su ignorancia y su arrogancia han causado en mí y en mi familia". http://www.gsfp.org/article.php?id=49&printsafe=1 (octubre 2, 2005)
40. http://vaiw.org/vet/modules.php?op=modload&name=News&file... (noviembre 14, 2005)
41. http://www.hgb.army.mil/default.aspx
42. http://riverbendblog.blogspot.com/ (marzo 30, 2007) Este blog era popular y era publicado en el Reino Unido y Estados Unidos, y traducido al japonés en Japón.
43. Ferguson, Sarah, "Cindy Sheehan’s Big Week in Washington: The ailing peace movement finds new life in a grieving mom", septiembre 26, 2005, http://villagevoice.com/2005-09-20/news/cindy-sheehan-s-big-week-in-washington/